Ante la posible instalación de una grancera en el Distrito Municipal El Cachón en Barahona, el geólogo y ambientalista Ing. Osiris de León manifestó hoy que las rocas sedimentarias calcáreas de la sierra de Bahoruco son de muy buena calidad para fines de producción de agregados para la industria de la construcción.
De León, dijo que los agregados pueden ser extraídos desde canteras secas en bancos de rocas, o desde abanicos aluviales de monte, pero se requieren muchos estudios ambientales puntuales y mucha prudencia para no desequilibrar la zona.
Señala que esa zona montañosa ha sido severamente afectada por un intenso proceso de deforestación acelerada que se deriva en gran parte del conuquismo nómada e intermitente que a diario práctica, la “tumba y quema de árboles para dar paso a la siembra agrícola, que se hace sin control y muchas veces genera incendios forestales extendidos que eliminan los bosques y multiplican los procesos de erosión y deslizamientos de laderas, situación esta que agrava los problemas ambientales regionales.
El miembro de la Academia de Ciencias de República Dominicana, consideró que la mala práctica agrícola ha contribuido a que una parte importante de la región de Barahona y Cabral hayan sido sometida a un acelerado proceso de erosión qué remueve la cobertura de suelo y la transporta hacia los cauces de los ríos y arroyos, generando múltiples problemas.
Hablando en exclusiva para el Grupo de Medios Digitales Atento (GRUMEDIA), el experto en geo-ciencias, sostuvo que la erosión y la pérdida de cobertura de suelo orgánico, afecta a la flora regional y se desestabilizan los escarpados taludes, ocasionan deslizamientos en laderas que aportan grandes volúmenes de sedimentos y rocas que bloquean los cauces de ríos y arroyos de la zona.
“Todo eso limita localmente la disponibilidad de agua superficial y agua subterránea, lo que indica que hay determinados lugares de la región que entran en la categoría de fragilidad tectónica por presencia de fallas geológicas que han triturado las rocas, en fragilidad topográfica por muy altas y escarpadas pendientes, y en fragilidad ambiental por acelerados procesos erosivos activos”, adujo el ambientalista.
El conocido geólogo expuso que en la zona oeste de Barahona y al sur de Cabral existen cerca de 50 millones de metros cuadrados cartografíanos como áreas sometidas a intensa erosión activa, situación que seguirá agravándose por los efectos directos de las lluvias torrenciales anormales derivadas del cambio climático.
Osiris de León afirma que las lluvias serán cada día más intensas, por lo que esos procesos erosivos se agravarán y perjudicarán los suelos, la flora, los taludes, las carreteras y los cuerpos de agua.
A juicio del experto, esta realidad ambiental debe llamarnos a la reflexión a la hora de plantear nuevos proyectos de explotación de agregados en áreas sensibles, sobre todo en las áreas que ya están sometidas a procesos de intensa erosión activa, porque remover parte importante de la corteza terrestre, sin el debido cuidado técnico, y en áreas de procesos erosivos activos, puede acelerar esos procesos, desestabilizar laderas, y producir grandes deslizamientos de tierra y de rocas; además pueden tornarse en inmanejables e incosteables para las autoridades, y perjudicial para las comunidades.
Expresó que las empresas que hoy día están autorizadas a remover materiales no metálicos de la corteza terrestre deben tomar muy en cuenta los procesos erosivos activos que caracterizan la zona y mirarlos con proyección a futuro, considerando el importante componente del cambio climático.
Dijo que las autoridades que reciben nuevas solicitudes de permisos o concesiones para extraer materiales de la corteza terrestre deben velar porque las áreas ya autorizadas, y los espacios solicitados para autorización, no entren en conflictos con las superficies ya cartografiadas y categorizadas oficialmente como en procesos erosivos activos.
El geólogo, ambientalista y miembro de la Academia de Ciencias, Ing. Osiris de León alertó para que no entre en conflictos ni con las áreas de potenciales deslizamientos de laderas, ni con las áreas que puedan impactar las aguas superficiales y subterráneas de esa zona, porque en la región de Barahona y Cabral los recursos hidráulicos superficiales y los recursos hidro-geológicos subterráneos son muy escasos.