
PEKÍN.- China ha mostrado firmeza en su respuesta a los aranceles de Donald Trump y lo ha hecho en varios frentes, con el anuncio de más tasas contra sus productos, un presupuesto de Defensa ambicioso y una diplomacia fuerte que advirtió de que Pekín esta preparada guerra comercial y está listo para «luchar hasta el final».
Washington anunció esta semana la duplicación al 20 % de los aranceles sobre productos chinos, a lo que el gigante asiático respondió de la misma manera que el mes pasado cuando Trump impuso sus primeras tarifas: con gravámenes del 10 % y el 15 % dirigidos a sectores específicos, en este caso a las importaciones agropecuarias estadounidenses.
Asimismo, agregó a un grupo de empresas estadounidenses relacionadas con la defensa y la seguridad a su lista de control de exportaciones, y otro a su lista de entidades poco confiables.
Todo esto se suma a las tasas del 15 % anunciadas en febrero a productos estadounidenses de carbón y gas natural, así como otras del 10 % a los de petróleo crudo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas. También impuso controles a la venta de minerales clave y abrió una investigación contra Google.
China, además, ha insistido esta semana en que la razón esgrimida por Trump para imponer y posteriormente duplicar sus aranceles, la «falta de esfuerzos» de Pekín para erradicar la llegada de fentanilo a su país, es «una excusa» que «distorsiona la realidad».
El magnate asegura que el 90 % de las muertes por opioides en su país se deben a esta sustancia que, según Washington, llega a través de México y Canadá, pero cuyos precursores proceden de China.
En respuesta, el Ejecutivo chino aseguró el martes en un ‘libro blanco’ que ha impedido el uso, contrabando, producción y tráfico de esa sustancia y sus precursores, que ha logrado «resultados notables» y que la cooperación con EE. UU. ha sido «profunda».
China se defiende y mantiene firme su gasto militar
En las últimas semanas, los portavoces de la cartera china de Exteriores ya habían advertido a Estados Unidos de que no impusiera más aranceles o que, de lo contrario, tomaría represalias.
Y desde que entraron en vigor, el pasado día 4, algunos funcionarios chinos han elevado el tono: «Estamos listos para luchar hasta el final si EE. UU. desea una guerra, ya sea comercial o de cualquier otro tipo», proclamó la representación diplomática china en Washington.
«Ninguna guerra debe librarse ni puede ganarse», aclaró hoy el portavoz Lin Jian en la rueda de prensa diaria de la cartera, si bien acusó a Washington de «incitar deliberadamente la confrontación ideológica» y de exagerar la supuesta «amenaza china».